Como elegir el sofá de tu vida

De nada vale tener un sofá precioso en el que no te apetece tumbarte a descansar cuando llegas a casa, ni uno muy cómodo que no combina nada con el resto del mobiliario y al que vistes con una extraña funda y cojines étnicos.

Un sofá, si es de buena calidad y lo tratas con cariño, puede formar parte de tu casa el tiempo que quieras. Por eso hoy en Aldea, queremos enseñarte a escoger el sofá de tu vida sin que le des muchas vueltas.

¡Toma nota!

Sé materialista

Si quieres invertir en un sofá para toda la vida, el material del que está hecho importa y mucho, porque de él obviamente depende su calidad.

En este caso te recomendamos un sofá de estructura metálica o, si lo prefieres de madera, escoge uno de madera de pino que además de ligera es resistente. Y si la estructura de madera es maciza, mucho mejor.

El interior es lo que cuenta

O al menos en el interior de tu sofá. La espuma o relleno de tu sofá es otro de los factores importantes a la hora de decidirte. Piensa que todas las espumas que tengan una densidad mayor o igual a treinta kilos, aguantarán súper bien el paso del tiempo. Por el contrario, las que no cuenten con esa densidad se hundirán y deformarán con el tiempo con más facilidad.

Sobre todo y a la hora de probarlo, asegúrate de que cuando apoyas la mano en él y la espuma se hunde, vuelve a su sitio al momento. Esa cualidad que llamamos de “recuperación” es muy importante en el uso diario porque tu sofá durará más tiempo sinla tarea engorrosa de sacudir el relleno.

¿Tejidos anti-manchas sí o no?

Si quieres un sofá todoterreno, preparado para mascotas, los más pequeñxs de la casa o cualquier imprevisto sin preocuparte… El tejido anti-manchas es para ti.

Aunque los productos quita manchas pueden ser útiles, nunca dejan tu sofá como nuevo. La tecnología anti-manchas garantiza que tu sofá permanezca impecable mucho más tiempo, ya que, básicamente todas las manchas domésticas (comida, líquidos, grasa, barro, etc.) se eliminan con un poco de agua sin dejar marca.

Hace unos años los tejidos antimanchas eran casi todos lisos y de composición acrílica. Actualmente existe mucha más variedad en el mercado, incluso en tejidos de algodón

Además de los tejidos anti-manchas, que son muy útiles y necesarios, también existen un montón de alternativas, algunas lavables,  a la hora de elegir tapizado que pueden encajar contigo: piel, ecopiel, algodón, chenilla  lino,  loneta o terciopelo.

Es uno de los tapizados más clásicos, incondicionales aunque también  uno de los más caros. Ha sobrevivido al paso del tiempo y nunca dejará de estar de moda por su excepcionales características como la resistencia, la facilidad de limpieza o su increíble belleza. Además, envejece muy bien. La de mayor calidad se llama “Piel flor” que es la superior.

Cada día se demandan más esos sillones y sofás en los que el tiempo ha dejado su huella lo que los hace más bonitos y valiosos…

• Si no puedes darte el capricho, hay acabados en ecopiel que imitan su apariencia y dependiendo de su calidad,  pueden ser también muy resistentes.
• Algodón: Al ser una fibra natural, es uno de los tapizados estrella, ya que aporta frescura cuando hace calor y al tacto es siempre agradable, pero además de esto, el algodón es muy, muy resistente al rasgado. De ahí que sea uno de los favoritos.
• Chenilla: Está compuesta por poliéster, algodón y otros acrílicos, es suave y agradable y se limpia muy fácilmente. Además, a nivel calidad precio es uno de los tejidos más elegidos. Y existen muchas versiones antimanchas .

• Terciopelo: El terciopelo absorbe mucho la luz de la habitación en la que esté. Quienes optan por este tejidos, son personas arriesgadas, ya que es un tejido caluroso, brillante y muy especial, que le dará a tu salón un toque elegante,  ya que existen muchos colores entre los que elegir. Su tacto también es muy especial.

• Loneta: Si esperas de tu sofá una larga vida y uso, la loneta es perfecta. Suele ser un tapizado de hilo denso, lino o algodón, muy común en los sofá-cama por su alta resistencia

Un buen sofá de los pies a la cabeza

O en este caso de las patas a los brazos. A los brazos de sofá con un ancho igual o mayor a los 20 centímetros se les conoce como los brazo ‘tipo siesta’, lo cuál es muy cómodo pero da un toque más tradicionales al salón.

Ultimamente los brazos estrechos se llevan más, son más ligeros y ocupan menos espacio dando más amplitud a la zona de sentada (o de tumbada).

Además, en los extremos de los sofás han aparecido nuevos usos como mesitas integradas, pufs adosados, etc…

Te ofrecemos algunas  ideas.

En los últimos años los sofás con volantes o hasta el suelo han desaparecido y por limpieza y ligereza visual, se llevan mucho los sofás separados del suelo con patas. En su mayoría de metal y con espacio para que corran bajo ellos esos robots de limpieza que tanto nos ayudan.

Cuando hablamos de pies o patas del sofá te recomendamos siempre que sean de madera de haya tratada o metálicas galvanizadas. Hacemos especial hincapié en que la madera esté tratada o el metal galvanizado para evitar que se estropeen por cualquier factor externo: la humedad del suelo o los productos de limpieza, por ejemplo.

El tamaño (del salón) importa

A la hora de elegir qué sofá quieres: rinconero, en L, con chaise longue, no solo cuenta el que más te guste y mejores materiales tenga, también importa el espacio del que dispongas, la altura del techo, la distancia entre los muebles, la luminosidad etc.

También el uso que vayas a darle. Por ej. En pisos pequeños muchas veces se agradece un buen sofá cama en caso de  visitas de amigos.

Te aconsejamos que midas muy muy bien el hueco del sofá y lo que ocupará el nuevo miembro de tu casa antes de que te acompañe por un largo tiempo y esperamos que después de todos estos consejos, escoger sofá sea pan comido.

Si aún tienes dudas, llámanos y te asesoraremos.